La comunicación entre una madre de familia y el influencer japonés radicado en Honduras, Shin Fujiyama, bastaron para crear una revolución entre el pueblo catracho.

El 1 de abril de este año, Shin anunció a través de las redes sociales que correría desde Chamelecón, San Pedro Sula, Cortés, hasta las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Tegucigalpa, Francisco Morazán.

Fue así como el 5 de abril inició la carrera de 250 kilómetros que se volvió un acontecimiento sin igual en el país '5 estrellas' y que acaparó la atención del mundo.

A pesar del cansancio, el sol, el calor, la sed y de todos los obstáculos y retos que tuvo que superar, el 'japonés más catracho' cumplió este jueves 18 de abril su propósito.

Incluso sobrepasó la meta establecida de 110 mil dólares, es decir, 2,708,952 lempiras, con $133,245, más de L3.3 millones hasta el último cómputo.

Shin Fujiyama, el 'héroe' de Honduras

El 16 de septiembre de 1984 nace en Kanagawa, Japón, Shin Fujiyama, quien se muda a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Mary Washington en Fredericksburg, Virginia, de la que se graduó con una licenciatura en Asuntos Internacionales y Pre-medicina.

Pero un viaje a Honduras le cambia la vida; tras enamorarse del suelo catracho, decide mudarse con la meta de construir y remodelar un total de mil centros educativos, de los cuales ya culminó 69.

Para esto, el influencer ha realizado sorteos, llamado a muchas puertas, solicitado la ayuda de otros creadores de contenido y, como lo acaba de demostrar, realizar carreras maratónicas a lo largo del país.

¿Cómo contrasta Shin con otros 'influencers' de Honduras?

Según un estudio realizado en 2017 por Andrea Fernández Lerma de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España, en un inicio se le consideraba "influencer" a aquellos usuarios que creaban contenido para redes y que eran vistos por un grupo de personas.

Pero con el tiempo estos han evolucionado para "convertirse en herramientas de marketing esenciales para las marcas, utilizando su credibilidad y relación con la audiencia para influir en la opinión pública y las decisiones de compra".

Sin embargo, en Honduras, como quizá en otros países del mundo, las personas que se han vuelto famosas en las redes son aquellos que crean contenidos vulgares, sexualizan a la mujer (incluso ella mismas) y realizan retos extremos y/o absurdos para ganar seguidores y lucrarse económicamente.

En contraste con este grupo de catrachos, se destacó Shin Fujiyama, un hombre que después de abandonar su vida en el 'primer mundo', demostró que se puede obtener fama sin necesidad de todo lo anterior.

El filántropo y defensor de los derechos educativos de Honduras ha sido bautizado como un "héroe" por su dedicación y altruismo, todo sin pedir nada a cambio.

Ejemplo para la sociedad

Francis Rivera, el director de la escuela Experimental de la UNAH que será restaurada gracias a Shin, aseguró que los demás creadores de contenido en Honduras deben seguir el ejemplo del japonés.

"Ha venido a hacer una tarea que esperábamos desde hace mucho tiempo; le agradezco porque llegó a todos los espacios correspondientes. Mucha gente ha visto esta influencia, incluso quienes no sabían que estábamos aquí", dijo a tunota.com.

Esta es la misma opinión de la población, como es el caso de la estudiante de la UNAH, Genesis Flores, quien lamentó que un extranjero tuvo que hacer algo por la educación del país y no un catracho.

"Me parece que es impresionante que alguien que no es hondureño venga y quiera mejorar con la educación del país, cuando otros que hay aquí no se preocupan por eso", puntualizó.

Ahora los ojos de los hondureños y de extranjeros están puestos en el hombre japonés que está logrando cambiar la imagen que se tiene de aquellos que crean contenido en redes sociales.

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